La realidad es que, se ha empezado a hablar de la obsolescencia hace relativamente poco y resulta que muchos, de los acabamos de conocerla y sufrirla, todavía no habíamos nacido cuando se empezó a gestar.
Cuando nuestros mayores dicen "es que ya no se hacen las cosas como antes", resulta que esas cosas ya se hacían para durar menos tiempo. Sería interesante hacer un estudio de aquellas cosas que se fabricaban "antes de antes". Cuando se recupera un motor (por ejemplo), de un familiar muy mayor que a su vez este compró o heredó de alguien muy mayor en su juventud, es normal y comprensible que dicho motor funcione.
Recuerdo de niño oir a la gente mayor decir "es bueno, es de fabricación Nacional", ahora si me dicen "está fabricado en España", primero no me lo creo y segundo sé que no va a durar.
Lo malo es que nos estamos acostumbrando, aunque no queramos e intentemos rebelarnos, a que si algo adquirido hace dos años y un día se avería hay que tirarlo.
Al igual que la impresora, del reportaje documentado, he llegado a la conclusión de que los telefonos manos libres de una marca líder en el mercado (con P y c), están diseñados para empezar a fallar cuando han alcanzado su tope de tiempo estipulado y programado por la empresa. Su síntoma suele empezar indicando baja batería aleatoriamente (cuando falta poco para su fecha tope), para despues de un tiempo terminar indicando batería baja y apagar el terminal, aún con batería nueva.
Y en este caso, aunque sí puedes reemplazar la batería, al contrario que en el ifon, sustituir la batería por una nueva o incluso de mejor prestaciones que la original, es infructuoso.
