Esos bichitos no me gustan, experimente mucho con ellos desde mis 16 años.
Todo partió de la necesidad de contar con un mini transmisor espía, con el afán de industrializar aunque en pequeña escala, esos micrófonos inalámbricos cuestan y no se emplea mucho material, pero para vender micrófonos espías a buen precio se debe ofrecer micrófonos de calidad.
La mayor desventaja o defecto que encontré en este tipo de aparatos es la inestabilidad de frecuencia. Es muy molestoso pero ocurre que cuando la batería se va agotando ocurre un corrimiento en la frecuencia, cuando el transistor se calienta, también se corre en la frecuencia, por la posición de la antena y otras causas.
Otro inconveniente que pude notar es el material en el que se construye, el fenolito no responde muy bien a frecuencias altas, es mejor usar vibra de vidrio.
Últimamente estuve experimentando con el calculo de bobinas y es muy critico bajarle el diámetro a ojo de buen cubero, y según mis cálculos debería estar transmitiendo en 96 MHz, para verificar afortunadamente ya cuento con un osciloscopio y comprobé que estaba en los 86.9 MHz. Esos ajustes se hacen mas difíciles para los que no cuentan con un osciloscopio o un frecuencimetro, y en muchas ocasiones estaba transmitiendo en una armónica y recibiendo también la armónica de la fundamental y por eso parecía que la potencia había bajado.
No solo tengo malas experiencias, recuerdo que monte un transmisor de este tipo sobre un plástico de esos que sujetan las joyas, si de esos y conseguí como 200 mts de alcance, al pasarlos a fenolito redujo el alcance a 30 metros y lo que mas me disgusta es el corrimiento de la frecuencia, hay que estar con la mano en el dial para resintonizar.