Desarrollo de tecnologías

INTRODUCCIÓN
El crecimiento económico en México se ha estancado en incrementos anuales alrededor del 2.2% del PIB en los últimos 20 años, este porcentaje no ha sido suficiente para alcanzar un punto de desarrollo que permita mayor y mejor distribución de la riqueza entre la población, incrementar los niveles de bienestar y sobre todo elevar la inversión en ciencia y tecnología que ubique al país entre las potencias generadoras de tecnología y nuevos productos y servicios vía innovación. En este contexto, es relevante señalar que el país solo invierte el 0.4% del PIB en ciencia y tecnología (la Ley de Ciencia y Tecnología marca como mínimo el 1% del PIB ), este nivel de inversión no es compatible con los objetivos nacionales en la materia, de esta forma, se tiene una base de investigadores limitada y como consecuencia el número de patentes generadas por año apenas rebasa las mil, mientras en países desarrollados alcanzan niveles entre 6,000 y 10, 000 patentes. De aquí, se deriva que la oferta de bienes y servicios de alta tecnología mexicanos sea bastante reducida.
APLICACIÓN DE LAS HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS EN MÉXICO
Un rubro importante para elevar el crecimiento económico de la nación es la innovación, la cual, en nuestro país se encuentra en niveles bajos y no llega a beneficiar a las pequeñas y medianas empresas, por lo tanto, su efecto como palanca económica es reducido y de bajo impacto en los niveles de bienestar de la población. Sobre esta base, se puede decir que la economía mexicana presenta síntomas de freno económico, una causa probable es que en el país no se aplica debidamente una política de innovación tecnológica; su principal eje está basado en la apertura económica, objetivos inflacionarios, reformas estructurales (más de 30 años promoviéndolas) entre otras políticas económicas. Desde la década de los ochenta la economía mexicana ha registrado efectos negativos como la caída en el precio del petróleo y la devaluación del peso. Actualmente estos indicadores se han agravado, lo que hace más difícil la recuperación económica y la posibilidad de entrar en un camino hacia el desarrollo. En este tenor, el año 2008 pasó a la historia para nuestra economía como el año de inicio de la tercera gran crisis del país.
El crecimiento promedio anual del pib , durante el periodo 1982-2008, ha sido insuficiente para impulsar al país hacia el desarrollo, por otra parte, si se contrasta con la época del llamado milagro mexicano en la década de los sesenta, donde se alcanzaron tasas de crecimiento económico hasta del 6.7%, se observa una desaceleración de la dinámica económica de México que ha venido acompañado del deterioro de instituciones públicas y falta de capacidades para implementar buenas políticas para una mayor productividad. El Índice Global de Innovación según Pérez (2018) ubica a México en el lugar 63 de 143 economías; este índice considera aspectos importantes como alternativas para enfrentar la crisis por medio de la innovación, la Investigación y el Desarrollo (I+D), toda vez que estas variables además de la derrama de conocimiento, genera una mejoría económica. El panorama mexicano en las diferentes variables que hacen referencia a la ciencia y tecnología y la innovación para el periodo 2018-2020, es el siguiente.

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Figura 1: Indicadores Científicos

Fuente: Extraído de CONACYT (2018)

Dentro del escenario económico mundial se destaca ampliamente que la inversión en variables tecnológicas es lo que les permite a las economías desarrolladas potencializar su productividad y su crecimiento económico. La economía mexicana necesita implementar estrategias y políticas que le permitan reactivar la innovación tecnológica en un sentido amplio para cumplir con objetivos económicos más alentadores como señala la Secretaria de Economía (2018), además de potencializar la economía sectorial e incrementar los factores determinantes para mejorar el futuro de las próximas generaciones y la calidad de vida de la población. También se señala la promoción de la vinculación entre ciencia básica e innovación tecnológica, asociadas a la actualización y mejoramiento de la calidad de la educación para generar aumentos considerables en las fronteras del conocimiento, por otra parte, se debe incorporar el desarrollo e innovación tecnológica en los procesos productivos para incrementar la productividad, sin dejar atrás a las políticas públicas descentralizadas y la asignación de recursos del Gobierno Federal para este rubro.
LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA EN MÉXICO
Con el objeto de tener una visión amplia de la evolución del Gasto en Ciencia y Tecnología y el PIB del país durante los años 2012-2018, en la figura 2, se muestra la tendencia del gasto federal en ciencia y tecnología durante el periodo señalado. Se advierte una tendencia levemente positiva, de acuerdo con el CONACYT el gasto federal en ciencia y tecnología ascendió a 58, 810 millones de pesos, en el 2018, representando un crecimiento en términos reales de 2.4% respecto al 2015, y cabe señalar que esto se debe a los aumentos presentados en los sectores Salud y Seguridad Social, Economía y Energía. Sin embargo, en proporción al PIB, se aprecia un estancamiento entre el 0.3 y el 0.4 del PIB .
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Figura 2: Tendencia y Participación del Gasto Federal en Ciencia y Tecnología
Fuente: SHCP, Cuenta de la Hacienda Pública Federal, 2012-2018 (2018)

Respecto al proceso de innovación, este se divide en varias etapas: el inicio en donde se decide invertir en el conocimiento; el desarrollo epistemológico en donde se inicia la aplicación de tal conocimiento y finalmente la creación de alguna novedad, que pueda ser considerada una innovación. La innovación se puede dar de distintas formas: de proceso, producto, organizacional o mercadólogica, y se da al comprender cambios significativos en cada uno de ellas. La innovación que es del interés del presente estudio es la innovación tecnológica, la cual, está definida por el conjunto de cambios tecnológicos en los productos o procesos que involucran una serie de actividades científicas, tecnológicas, organizacionales, financieras y comerciales.
Según el CONACYT: “Un producto tecnológicamente nuevo, es un producto cuyas características tecnológicas o el uso para el que está destinado, difiere significativamente de otros previamente mejorados; mientras que un producto tecnológicamente mejorado es un artículos cuyo desempeño ha sido aumentado o actualizado significativamente”. (CONACYT, 2018). Para identificar la innovación tecnológica en México la investigación se basó en la generación de patentes (concedidas a mexicanos en la nación), las exportaciones de bienes de alta tecnología y la base científica entre otros aspectos importantes. Es necesario señalar que la Investigación y Desarrollo (ID) son una parte esencial en los países que generan innovación, sin embargo, no significa que al invertir en ello se esté innovando. Dentro de esta investigación se considera a la innovación desde la perspectiva del CONACYT, la creación de productos y procesos relacionados al cambio tecnológico, creación de productos de alta tecnología y generación de patentes (actualmente las patentes es una variable de las más usadas en el tema de innovación). Ademas se considera la formación de carácter científico de ID como base de la cadena ciencia-tecnología-innovación.

CONCLUSIÓN
La política de innovación tecnológica aplicada durante el periodo 2002-2012 ha tenido como principal efecto: el estancamiento del crecimiento económico del país en 2.5% anual promedio, este nivel de crecimiento se debe en un alto porcentaje a los bajos resultados obtenidos en el rubro de invención tecnológica y registro de patentes”,se comprueba al evidenciar a través de los resultados obtenidos en los modelos econométricos que existe la necesidad de mejorar la innovación tecnológica en cada sector seleccionado para el estudio.Con base en la evidencia, se afirma categóricamente que un efecto negativo de la débil inversión en ciencia y tecnología es la relación negativa que tiene el gasto federal en ciencia y tecnología con el PIB en el ejercicio a primeras instancias. Esto se debe principalmente a la pequeña proporción del GYCT conforme al PIB.
Los resultados obtenidos indican que existe un impacto positivo entre las variables tecnológicas y el crecimiento económico en México, sin embargo, no es suficiente al nivel actual, por lo que la evidencia empírica permite argumentar la necesidad de aumentar los niveles en estas variables y afirmar que con una política de innovación tecnológica bien establecida se puede reactivar el crecimiento económico. En el caso de la productividad laboral, se encuentra una relación positiva con el crecimiento económico, lo que permite a grandes rasgos argumentar que si una de estas se reactiva, por consecuencia se reactivará la siguiente variable. Es importante mencionar que la innovación tiene un proceso largo, pero que una vez llegada a su parte final: crea empleos, desarrolla producción de calidad y potencializa el crecimiento económico local, regional, nacional e internacional. Por ultimo, una propuesta para incentivar el crecimiento económico (PI) a través de las innovaciones tecnológicas, es que cada sector de la economía (los cuales presentan sus propias características), cuente con un centro de innovación tecnológica especializado que facilite su conectividad a la información, lo anterior con el firme propósito de tomar decisiones eficientes y oportunas que permitan optimizar los recursos de los que disponen.

REFERENCIAS
CONACYT. (2018). Informe general del estado de la ciencia, la tecnología y la innovación. México.
Secretaría de Economía (2013). Programa de desarrollo innovador 2013-2018 , México.
Secretaria de Hacienda y Crédito Público. (2018). Informe General del Estado de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. México.
 
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