Éste detector de metales tiene muchas ventajas y pocos inconvenientes. Se monta en un rato y los ajustes son sencillísimos.
Uno de los detectores de metales mas sencillos de construir para aficionados a la búsqueda de “tesoros” es sin duda éste. El número de componentes es reducido, y su manejo muy sencillo. Solamente emplea un chip
ICM7556IPD que básicamente son dos temporizadores de tecnología CMOS integrados en una sola cápsula, su precio es muy asequible y la realización del circuito así como su puesta en marcha, muy simple.
Ver el archivo adjunto 138414
Algunas notas constructivas
Saludos a todos.
Todos los datos que comento, se encuentran explicados en la
documentación original publicada por Thomas Scarborough, el autor de éste proyecto,
donde se pueden encontrar todos los detalles al completo. Estas explicaciones no son más que una traducción de los puntos más importantes, basados en la experiencia personal.
Unas cuantas resistencias, un potenciómetro de ajuste multivuelta y dos potenciómetros lineales estándar, cuatro condensadores, y ya lo tenemos casi todo… Falta la placa de circuito impreso que por su sencillez se puede dibujar a mano alzada con rotulador indeleble sobre un trocito de plancha virgen, mejor emplear fibra de vidrio.
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Para construir las dos bobinas se puede usar hilo lo más próximo a lo que el autor recomienda, no es demasiado crítico, aunque puede abultar o pesar demasiado si empleamos secciones demasiado gruesas.
Ah… Y un resonador piezoeléctrico que rescataremos de alguna vieja placa base de ordenador o de cualquier reloj despertador inservible de éstos que emiten un pitido intermitente al sonar.
En cuanto a las bobinas sensoras yo he devanado éstas usando como horma un bote de plástico de esos en los que venden los DVD de 50 en 50. Tiene un diámetro de poquito más de 12’5 cm. Y son muy adecuados para nuestros propósitos.
La bobina es un elemento decisivo en la sensibilidad que ha de tener el aparato, por lo que es recomendable experimentar con varios prototipos si queremos sacarle buen jugo al proyecto, yo solo he construido una que no me da tanta sensibilidad como afirma el autor, pero está probado en el interior de la casa, supongo que en exteriores es mas que posible que se tan sensible o incluso algo más. Hay que acordarse de construir el escudo eléctrico o escudo Faraday alrededor del devanado.
Para el condensador oscilador del TX que es de una capacidad de 10 nF es recomendable usar un cerámico tipo SMD, ya que los cambios de temperatura, vibración y otros factores jugarán con la estabilidad del oscilador, y éste formato es el que mejor se adapta, siendo los tamaños SMD mas pequeños los mas adecuados según he podido experimentar.
Soldado entre los pines del IC funcionará perfectamente.
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Hay que tener en cuenta que éste aparato necesita unos minutos para estabilizarse, por lo que es conveniente conectar el detector unos 10 minutos antes de su uso para que el oscilador se estabilice al máximo de sus posibilidades.
También hay que
construirlo o ubicarlo dentro de una caja metálica conectada a la masa ( - ) del circuito para aislarlo de perturbaciones externas. Puedo anotar que bajo luminarias de tubos fluorescentes o bombillas de bajo consumo, el rendimiento del aparato es prácticamente nulo.
La puesta en funcionamiento es sencilla, una vez tengamos las bobinas hechas y el escudo terminado en cada una de ellas, procederemos a envolverlas de forma individual en cinta aislante para que no haya contacto eléctrico entre ellas al superponerlas.
También les daremos la forma en letra “D” mayúscula a cada una de ellas como muestra el dibujo, teniendo especial cuidado que al colocar una sobre otra y conectarlas al cable los terminales de masa estén hacia un lado y los vivos hacia el otro.
El cable debe ser del tipo empleado en audio, monocanal para cada bobina, o sea que cada devanado lleva un vivo y una malla por separado, no valen los cables estéreo que portan dos vivos y una malla que los envuelve, pues el mismo cable se comportaría como una extensión de la bobina sensora.
Conectamos las bobinas a los terminales correspondientes en la placa de circuito impreso, el autor no hace alusión a cual debe de ser la posición de las mismas (TX arriba y RX abajo o viceversa) por tanto las colocaremos indiferentemente para hacer la prueba de funcionamiento, tal como muestra la
figura Nº 3 de la ilustración en la que se dan los detalles constructivos de las bobinas sensoras.
Ajustaremos RV1 a una resistencia inicial de 90K tal como sugiere el autor, y los potenciómetros RV2 y RV3 a mitad de su recorrido
Puestas de tal modo y sobre una superficie en la que no hayan elementos metálicos cercanos conectamos el circuito y tenemos la posibilidad de escuchar dos tonos:
Uno es un TAC – TAC repetitivo, otro es un pitido fuerte y nítido, en ambos casos iremos separando las bobinas
cuidadosamente desde los extremos redondeados (Puntos
A y
B) hacia afuera de modo que el óvalo central se vaya estrechando, alcanzaremos un punto en el que se hace el silencio, debemos parar entonces.
Ver el archivo adjunto 138413
Con muchísimo cuidado volveremos hacia atrás, si antes estábamos separando, ahora debemos juntar las bobinas, pararemos de inmediato nada mas volver a escuchar el pitido y volveremos a separar los bobinados ahora con mas cuidado hasta que se haga el silencio de nuevo, se trata de encontrar el umbral mas aproximado al punto dónde oímos el pitido sin salir de la zona de silencio.
Una vez conseguido éste silencio tan equilibrado, retocaremos RV1, poniendo mucha atención en el zumbador para detenernos a la mas mínima evidencia de que el pitido vuelve a reproducirse y ahí lo dejaremos, con RV3 buscaremos el punto donde desaparece el pitido y se comienza a oír un chisporroteo similar al que se oye al quemar ramas y hojas secas, si es preciso moveremos el ajuste grueso RV2 para conseguirlo.
Éste es el punto de ajuste, pasando una moneda o un objeto metálico sobre la bobina desestabilizamos el oscilador y podremos oír cómo se hace presente de nuevo el pitido a cada pase de la pieza metálica sobre la bobina sensora. La parte sensitiva es la que queda enmarcada dentro del óvalo central que forman los devanados al superponerse.
Esto es una simple prueba para comprobar el comportamiento de las bobinas y ver cuan sensible es su manejo. Una vez realizada, colocaremos las bobinas sobre una superficie plástica (Yo he usado el fondo de un viejo plato para macetas) y realizaremos de nuevo el ajuste, conseguido éste y con mucho cuidado trazaremos con un rotulador el contorno del bobinado en la superficie del plato, retiramos las bobinas y practicamos orificios a la par sobre éste contorno.
Tomamos bridas de nylon, de las finitas y las pasamos por los orificios para sujetar el bobinado al plato (Yo he usado hilo de palomar que es una cuerda muy fina y resistente).
No sin antes probar de nuevo el funcionamiento, aplicaremos a ambos lados silicona o cualquier adhesivo que endurezca y fije la estructura. Hay que usar productos que no retraigan o mermen con el secado, ya que nos desplazarán las bobinas y quedarán desequilibradas.
Yo he aplicado una fina capa a ambos lados y después, al secar y volver probar, he cubierto el bobinado con un zig – zag de silicona para que queden definitivamente asentadas.
Ver el archivo adjunto 138410
En el
documento original se sugiere una forma para llevar a la práctica el montaje totalmente completado de la bobina.
Después de lograr el secado de la silicona, si se opta por el montaje tipo “dos platos”
recomiendo rellenar generosamente el espacio interior que queda hueco con lana de fibra de poliéster o una pieza de goma-espuma para darle mayor firmeza al conjunto y lograr una buena amortiguación a la hora de recibir golpes fortuítos.
Ni recordar tiene que no debemos emplear ningún elemento metálico añadido para fijar las bobinas, la estructura que las protege o el tubo con el que realizamos el vástago o varilla del detector.
El detector al estar totalmente fundamentado en un simple oscilador a condensador, se irá desplazando de frecuencia a intervalos de tiempo en los que son influyentes el voltaje de alimentación, temperatura ambiente, vibraciones que pueda recibir el equipo, etcétera. Con RV3 corregiremos éste factor y lo iremos llevando al punto cada vez que sea necesario. Si nos quedamos sin alcance, retocaremos RV2 para tener de nuevo acceso al ajuste fino.
El punto de máxima sensibilidad se obtiene ajustando los potenciómetros de modo que escuchemos un chisporroteo continuo que se consolide en un pitido al aproximarle algún objeto metálico, podemos ajustar los potenciómetros en el umbral que se produce silencio, pero la sensibilidad de detección se verá reducida. Esto es al gusto de cada uno y sobre todo si se emplean auriculares. Hay que remarcar que el uso de auriculares es muy recomendable ya que percibimos el cambio de tono con mayor nitidez que escuchado a través de un altavoz incorporado en el aparato, y podemos percibir señales que escuchadas por el altavoz, a cierta distancia, se dispersarían fácilmente.
Hay que hacer notar que el aparato no dispone de amplificador de audio, por lo que el control de volumen no existe.
Podemos usar auriculares de los que incorporan un control de volumen en el cable o la carcasa, y conectar una resistencia de al menos 330 Ohm en serie con los auriculares para proteger la salida del integrado y en buena medida, nuestros oídos.
Personalmente no recomiendo incorporar amplificador para audio, ya que la salida que proporciona el circuito tal y como está es más que suficiente para una perfecta audición, y el control de volumen en los auriculares es una opción bastante sencilla. También de esta forma mantendremos el consumo en unos niveles bajísimos (25 – 30 mA), lo que hará que una batería alcalina de 9 Volt nos dure un montón de horas.
Mucho cuidado en cortocircuitar las conexiones de las bobinas, o el 7556 se nos irá rápidamente a “por uvas”
Saludos de nuevo.